En la sociedad actual, este problema ha llegado a ser el primer lugar del “top ten” de las enfermedades más comunes.

Definitivamente la anorexia es una realidad que está de moda.
La imagen de la mujer ha cambiado notablemente, ahora el prototipo tiene medidas establecidas, lo peor es que ni siquiera respetan el 90 – 60 – 90, parece que para ellas el decir “menos” es su lema.

Este problema en los últimos tiempos ha ido acrecentando la forma de vida de la juventud mexicana que se influencia mucho en el prototipo de las actrices y modelos.

Es por eso que la anorexia se ha convertido en el mejor “outfit” de las protagonistas de esta enfermedad y un factor fundamental es la falta de autoestima y por lo general las jovencitas de 14 a 18 años padecen de este problema ya que la inseguridad invade su vida.

Todo esto lo vemos reflejado en la pérdida de peso.
Ahora bien, la sociedad se ha dejado manipular tanto por el prototipo establecida que hasta los grandes empresarios, dueños de tiendas departamentales, parece que les cobran la tela y no precisamente porque la ropa sea de verano si no por ímpetu de la moda establecida…. “la delgada es la que viste mejor”.

Y esto ha provocado todos los traumas por los que las anoréxicas pasan… “si me pongo esa ropa, me voy a ver como Victoria Beckham, pero si me la quiero poner, necesito adelgazar”, es aquí donde comienza el problema y la vía más rápida de solución es dejar de comer hasta llegar al punto más grave de anorexia, lo que podría provocarles la muerte.

De ser una condición poco frecuente, la anorexia pasó a ser una nueva moda entre las adolescentes; una epidemia o, como dirían los “pro anas”, un arte, un estilo de vida.

Las portadoras de esta crisis nerviosa necesitan crearse una conciencia con un grado de aceptación alto pues la vida es el mejor regalo que tenemos, hay que aprovecharlo, vivirlo sanamente y compartir nuestra felicidad con los que nos rodean.